De Reyes Y Planetas

En 1955 Dennis Stock tomaba a James Dean paseándose en un gélido New York. Aquella mítica imagen por Times Square es el punto de partida para la campaña de la nueva fragancia de hombre de DKNY.

James Dean by Stock

El propósito es una fragancia solo para el hombre. Embotellar el aroma de New York y evocar al indómito Dean.

Su frasco al igual que el packaging esta inspirado en la arquitectura de la ciudad. Con un homenaje al Empire State en su pack y el insigne edificio Flatiron en la forma del envase de conservacion.

Cuando los modelos masculinos en ascenso consiguen una campaña para representar a un perfume sugiere que han llegado a un punto importante de su carrera.

El caso de Mark Vanderloo cuenta más que eso. Este holandés, sensación en los noventa, llego a ser uno de los rostros más importantes que adornaron la moda. En momentos en los que un grupo de mujeres conquistaba el mundo de las pasarelas, el reclamaba su lugar y demostraba que un hombre también podía ocupar ese sitio.

Será por eso que años mas tarde Donna Karan escoge nuevamente su imagen para contarnos “A que huele New York”.

Un Vanderloo maduro arremete y regresa tras estar cinco años alejado de la moda, si bien vimos las imágenes tomadas por el genial Hedi Slimane, extrañábamos aquel porte que supo cautivar miradas en todas las latitudes.

En tiempos de hombres que han sabido llevar este mote, es agradable ver cada nuevo aporte a la moda masculina.

Hoy en día el hombre confía en su estilo, vive la moda en una osmosis con su tiempo, con autoconciencia y percepción, descubriendo el poder de la ambigüedad tiene confianza, seguridad y sobretodo actitud.

No son menos los ejemplos de ello que observamos contantemente. Algunos diseñadores ya nos contaron de cómo cuenta crear con cuadros similares a los que el espíritu nos devuelve. Como la propia imagen catapulta emociones.

Me parece fantástico que hoy en día la moda masculina nos enseñe a confiar en nosotros mismos, nos invite a pasear entre el avant garde y la clásica vestimenta sartorial, pero sobre todo nos recuerde, que bien sienta, sentirse a gusto con uno mismo.